Nuestros consejos para limpiar los oídos del bebé

Hay muchas formas de limpiar los oídos de un bebé. Pero cuando se trata de hacerlo por primera vez, puede resultar intimidante. Tienes miedo de hacerle daño a tu pequeño.

Por eso, para ayudarte, te contamos cuáles son las mejores formas de limpiar los oídos del bebé.

Utiliza una franela

La mejor forma de quitar el cerumen es utilizar una franela suave empapada en agua tibia.

Primero, empapa la franela en agua tibia y escúrrela para eliminar el exceso de agua. A continuación, pásala por la zona externa del oído de tu bebé para ir limpiando poco a poco la cera que haya salido.

La mayor parte de la cera se desprenderá por sí sola. El resto puede limpiarse con un paño. No introduzcas la franela en el conducto auditivo.

Utiliza gotas para bebés

Si la acumulación es profunda, puede ser necesario utilizar gotas para los oídos. Antes de utilizar gotas para los oídos, asegúrate de utilizar las recomendadas por tu pediatra.

Tranquiliza a tu bebé y mantenlo ocupado con alguna actividad, o elige un momento del día en el que, por lo general, esté tranquilo y descansado.

Sujeta el frasco de gotas para los oídos con las palmas de las manos para calentarlo ligeramente. Acuesta al bebé en tu regazo con la oreja tapada mirando hacia ti.

Coloca el cuentagotas cerca del oído del bebé y aplica gradualmente la solución hasta que el conducto auditivo del bebé esté completamente lleno. Espera unos minutos a que la solución se asiente dentro del oído.

Tu bebé puede sentir una sensación extraña, así que asegúrate de mantenerle tranquilo. Las gotas para los oídos ablandan la cera del conducto, que luego drenará fuera del oído.

A continuación, empapa una franela en agua tibia, exprime el exceso de agua y limpia el oído. Este tratamiento debe repetirse durante al menos tres o cinco días, según recomiende el médico.

Consejos de seguridad para limpiar los oídos de tu bebé

Es importante recordar lo que no se debe hacer y lo que no se debe utilizar al limpiar los oídos del bebé.

La regla más importante para limpiar los oídos de un bebé es que los padres se abstengan de utilizar bastoncillos de algodón. Por práctico que parezca, los bastoncillos de algodón empujan el cerumen hacia el interior del conducto auditivo.

Esto agrava los problemas y conduce a una acumulación de cerumen, lo que resulta en la obstrucción del canal.

Si el problema de cerumen empeora, lo mejor es utilizar gotas anticerumen para bebés tras consultar al pediatra.

Cuándo acudir al médico

Lleva a tu bebé al pediatra si hay una acumulación excesiva de cera en sus oídos y no consigues eliminarla con los remedios mencionados anteriormente.

Además, si hay algún síntoma de infección, como secreción de líquido lechoso, dolor de oídos, fiebre o incluso pérdida de audición después de haber retirado la cera, consulta a tu médico lo antes posible.

El cerumen no es perjudicial, a menos que se acumule en cantidades anormales o se infecte. Elegir medidas seguras y prudentes para limpiar los oídos de tu bebé resultará beneficioso.

Sin embargo, si no funcionan y notas algo anormal en la salud de tu bebé, consulta a tu pediatra.